Qué son, qué características deben tener, qué beneficios ofrecen los invernaderos bioclimáticos, incluidas las oportunidades que garantizan las deducciones fiscales.
Satisfacer las necesidades de calentar la casa de forma natural ahorrando energía es posible. Una posibilidad la ofrece el invernadero bioclimático, una interesante solución arquitectónica en términos de eficiencia energética.
Tabla de contenidos
Que es el invernadero bioclimático
Es un espacio cerrado, separado del exterior por paredes de vidrio, lo que aumenta la contribución a la construcción de la radiación solar transformada en energía térmica y almacenada en el interior del invernadero. El techo puede ser acristalado u opaco según la latitud y los requisitos térmicos.
El invernadero debe considerarse un volumen técnico, ya que la envolvente del volumen calentado está delimitada por la pared divisoria.
Los tipos de invernaderos solares bioclimáticos
Los invernaderos solares bioclimáticos son de tres tipos:
- empotrados
- semiempotrados
- inclinados.
Lo importante es diseñar su orientación para maximizar los beneficios del sol. El invernadero debe estar orientado hacia el Sur, con una tolerancia de más o menos 30/40 grados.
Las orientaciones Este y Oeste que causarían sobrecalentamientos difíciles de controlar y eliminar son absolutamente imprescindibles. Una exposición al Norte, evidentemente, no plantea problemas de sobrecalentamiento, pero recibe radiación solar en cantidades muy modestas en los meses de invierno.
Idealmente, el invernadero solar bioclimático debería estar siempre integrado en la fachada sureste o suroeste, con el lado sur de referencia.
También debe estar ventilado. Para evitar el sobrecalentamiento en las temporadas intermedias y especialmente en verano, el aire caliente que se forma en el interior del invernadero debe ser eliminado y sustituido por aire exterior.
En consecuencia, la estructura del invernadero debe diseñarse para que sea lo más abierta posible, permitiendo una marcada variabilidad de estructura: desde muy cerrada en invierno a muy abierta en verano. También por motivos de comodidad, el invernadero debe estar equipado con mamparas móviles (cortinas, persianas venecianas, paneles, vegetación) para proteger las superficies transparentes de los rayos del sol en épocas de calor.
Invernaderos bioclimáticos: por qué deberían construirse
El invernadero solar, ya sea utilizado como ambiente frecuentado o como colector de energía, es un excelente sistema para aprovechar el calor. Debe considerarse un sistema solar pasivo. Los invernaderos bioclimáticos combinan las características de ganancia directa con las de la pared de almacenamiento.
De hecho, al ser calentado directamente por los rayos del sol, funciona como un sistema de ganancia directa, en el que el entorno adyacente recibe el calor de la pared del termoacumulador.
La radiación solar es, es decir, absorbida por la pared trasera del invernadero, convertida en calor, y una parte de ella se transfiere luego al edificio.
En la práctica, los invernaderos bioclimáticos aprovechan el efecto invernadero, aprovechando el calor solar acumulado por las paredes, suelo y techo del entorno y una masa con alta inercia térmica. Combinan las características de ganancia directa con las de la pared de almacenamiento.
El correcto diseño del invernadero solar debe tener en cuenta problemas relacionados con la maximización de las ganancias solares en invierno pero sobre todo con el problema del sobrecalentamiento en verano.
Precio invernadero bioclimático
El invernadero solar bioclimático supone un gasto que puede ser contenido si la obra la realiza el propio habitante: es imprescindible elaborar un proyecto técnico que calcule las posibles condiciones de construcción.
Una vez obtenidas las especificaciones necesarias para el producto, es posible contactar con un especialista para que tenga preparadas las piezas a instalar, evitando así costos de mano de obra.
El invernadero bioclimático no se refiere a una tecnología ligada no a materiales específicos, sino al concepto de ahorro energético obtenido al evitar el uso de fuentes fósiles y apoyándose únicamente en la explotación del sol, manteniendo determinadas condiciones de temperatura, humedad y luz .
Si quieres estimar costes y precios, puedes pasar de 100 euros a 400 euros por metro cuadrado, dependiendo de los materiales utilizados.
Criterios para el reconocimiento de la función bioclimática de invernaderos y logias
El primer paso necesario es el proyecto, firmado por un técnico, que demuestra un ahorro energético en la temporada de invierno de al menos el 10% de las necesidades energéticas. Además, el invernadero no puede ocupar más del 15% de la superficie del edificio.
El invernadero debe incluir aberturas y cubiertas que eviten el sobrecalentamiento en verano, permitiendo una ventilación adecuada.
El tipo de invernadero solar bioclimático concebido es también un criterio más: si está en contacto directo con el entorno interior, apoyado contra el edificio o contra una pared ciega, el criterio cambia.
En términos de clasificación, un invernadero agregado puede pertenecer al tipo de ganancia directa, indirecta o aislada.
El primer caso es posible cuando el tabique con el espacio es transparente; el segundo ocurre cuando el muro no está aislado y por lo tanto cumple la misma función que un muro de acumulación, o un muro solar particular llamado Muro de Trombe, si existen aberturas que permitan la circulación.
La opción de ganancia aislada ocurre si la pared está aislada.