Desde el aire acondicionado en la nevera, entonces se trata de diferentes electrodomésticos que con la llegada del caldo corren el riesgo de que aumente de forma espontánea y autoconsumo. Sin embargo, adoptando pequeñas precauciones y utilizando electrodomésticos con inteligencia, es posible respetar el planeta y evitar desagradables sorpresas en la factura, sin tener que dar un ambiente sano y confortable.
Gestionar mejor los aires acondicionados
El aire acondicionado es uno de los aparatos que más energía consume: cada sistema encendido durante 6 horas al día suma unos 25 euros a la factura mensual de la luz. Esta cantidad aumentará si falta el correcto mantenimiento y el aire acondicionado tiene filtros demasiado sucios, lo que lleva a consumir una cantidad de energía aún mayor. En cuanto al uso correcto del aire acondicionado, el nuestro blog recomienda instalar múltiples dispositivos, ubicados de manera inteligente, para evitar mantenerlos en áreas de la casa que no son frecuentadas, o colocarlos lo más alto posible, porque el aire frío tiende a bajar, y en un lugar donde el aire no encuentre obstáculos como puertas o cortinas. Además, dado que a menudo es la humedad la que hace que se perciban temperaturas más altas, una idea es utilizar la función de deshumidificación, que consume mucha menos energía. También es recomendable no programar temperaturas demasiado bajas, ya que la diferencia entre la temperatura exterior e interior de la casa no debe superar los 6 grados: esto permite evitar cambios bruscos de temperatura y enfriar el ambiente sin afectar excesivamente al consumo. Por último, una alternativa válida para hacer frente a las temperaturas del verano sigue siendo el ventilador, cuyo consumo es una pequeña fracción del de un acondicionador de aire: de hecho, el uso del ventilador durante 6 horas al día sólo añade 2 euros al mes al importe en la factura de la luz.
Presta atención al uso del frigorífico
Los aparatos que funcionan mal consumen más y también pueden ser peligrosos: por eso es importante recordar realizar un mantenimiento periódico. En cuanto al frigorífico, por ejemplo, además de comprobar el estado de las juntas, es importante descongelar el congelador para evitar que se cree una capa de hielo.
Minimiza el desperdicio de luz
Para reducir el costo de la factura de la luz durante la temporada de verano, es bueno encender las bombillas lo menos posible, utilizando luz natural. Para reducir aún más los residuos, es recomendable utilizar luces LED sustituyéndolas por halógenas o fluorescentes, consumiendo así alrededor de un 90% menos en el primer caso y alrededor de un 66% menos en el segundo. Además, las luces LED, a pesar de un precio ligeramente superior en el momento de la compra, duran más que las tradicionales, hasta 50.000 horas, y, al no producir calor, también son más seguras.
Evita usar la secadora
Otro buen hábito es aprovechar la luz del sol y el calor del verano para tender la ropa al aire libre, evitando así usar la secadora. Además de un importante ahorro energético, de hecho, en verano la ropa se seca mejor al sol, un agente blanqueador eficaz conocido por su efecto higienizante. Además, según los cálculos del nuestro blog, evitar el uso de la secadora ahorra unos 4 euros en la factura al mes y, en el caso del uso diario, como suele ocurrir en familias con niños pequeños, el ahorro mensual puede llegar incluso a los 10 euros. .
Lavavajillas a carga completa y lavado a bajas temperaturas
Durante la temporada de verano es importante regular y limitar el consumo de agua, dada la escasez de precipitaciones: por tanto, es recomendable poner en marcha las lavadoras y lavavajillas solo con cargas completas y programar los lavados a bajas temperaturas. Además, para ahorrar un 15% adicional de energía.
No olvides los electrodomésticos en espera
Muchos electrodomésticos y dispositivos electrónicos consumen energía incluso cuando no están en uso, lo que afecta el consumo entre un 10 y un 16%. Y si los electrodomésticos de última generación ahora han reducido su consumo en stand-by, dispositivos y consolas como la PlayStation siguen consumiendo mucha electricidad si permanecen enchufados a la toma de corriente. Por este motivo, es recomendable conectar estos dispositivos -desde el televisor al PC- a una toma múltiple equipada con un interruptor que, una vez apagado, corta por completo la alimentación de todos los dispositivos que se le adjuntan: un útil y solución rápida, especialmente cuando salen de casa durante todo un fin de semana.
Prefiero los electrodomésticos de nueva generación
En caso de comprar un aparato nuevo, es importante prestar atención a la etiqueta energética que se muestra en el aparato. Esto, de hecho, indica la clase energética, término utilizado para referirse a la “clasificación” del consumo de los distintos dispositivos por kW / h: desde la clase A – que consume la menor cantidad de energía – hasta la clase G – que consume en cambio, la mayor cantidad. Por lo tanto, es recomendable comprar dispositivos de nueva generación pertenecientes a la clase A. En particular, gracias al Bono de acondicionadores de aire puede